Las cosechadoras arrastradas son un desarrollo innovador en la agricultura, diseñadas específicamente para la recolección. Estos aperos revolucionan el método tradicional de recolección al automatizar y aumentar la eficacia, al tiempo que garantizan la calidad de los productos cosechados.
Una de las principales ventajas de estas cosechadoras arrastradas es su exclusivo sistema de telas. Antes del proceso de recolección, se extienden automáticamente grandes paños bajo los árboles. Estos paños actúan como una red de captura para la fruta, que se desprende del árbol mediante un proceso de sacudido controlado. Una vez sacudidos, los paños con la fruta se recogen cuidadosamente. Este sistema tiene la ventaja decisiva de que la fruta no tiene contacto con el suelo, lo que reduce significativamente el riesgo de suciedad y daños.
Los campos de aplicación de las cosechadoras arrastradas son diversos. Son ideales para cosechar variedades de fruta como manzanas, peras, cerezas y ciruelas, así como frutos secos como nueces y avellanas. Estas máquinas son especialmente útiles en grandes huertos donde la eficacia de la recolección es fundamental. Gracias a su automatización, permiten una recolección más rápida en comparación con los métodos manuales convencionales, lo que es especialmente importante en periodos de recolección cortos.
Otro aspecto importante es la protección de la fruta. Como la fruta no cae al suelo, se minimiza el riesgo de magulladuras y otros daños. Esto es especialmente importante para las variedades de fruta de alta calidad, en las que el aspecto exterior es decisivo para el valor de mercado.
Además, las cosechadoras arrastradas ofrecen una alternativa ergonómica y de ahorro de mano de obra para los agricultores. Se elimina en gran medida el trabajo físicamente agotador y laborioso de recoger la fruta. Esto supone una reducción de los costes laborales y una mejora de las condiciones de trabajo de los agricultores.